No existe solo una forma “correcta” de ser hombre, y los entornos sociales que fomentan la flexibilidad sobre la rigidez permiten que los hombres y las personas de todos los géneros prosperen. En última instancia, las organizaciones deben fomentar la flexibilidad en la forma en que los hombres expresan su masculinidad. Los empleados de todos los géneros, incluidos los hombres, deben sentirse apoyados al construir un espectro completo de características y comportamientos humanos, ya sea que esas características y comportamientos sean estereotípicamente masculinos, femeninos o de otro tipo. Cuando sean capaces de hacer esto, tenemos la seguridad de que los empleados, los líderes y las organizaciones podrán prosperar.